LA RAMBLA DEL PUERTO DE LA CADENA

Siguiendo nuestras rutas con niños por la Región de Murcia y viendo que el tiempo prometía lluvia, el domingo pasado decidimos hacer una rutita corta y sencilla. Elegimos esta sobre todo por estar cerca de casa, por si la lluvia arreciaba o alguno terminaba calado hasta los huesos. La Ruta del Barranco del Puerto de la Cadena, a apenas 8 km de Murcia. Tampoco está mal salir con lluvia y disfrutar del olor a tierra mojada… Sólo hay que llevar ropa y calzado apropiados. Si la lluvia arrecia no es buena idea permanecer en la rambla, pero apenas chispeaba y no anunciaban lluvias torrenciales.

El Barranco del Puerto de la Cadena esconde muchos atractivos. A nivel de historia encontramos que ya era una vía de paso en la época Romana. De hecho por él pasaba un ramal de la Vía Augusta, calzada romana más larga de Hispania, una vía de 1500 km que comunicaba los Pirineos con Cádiz bordeando el Mediterráneo. Posteriormente utilizada por los distintos pobladores de estos lares era el punto de paso entre el campo de Cartagena y Murcia. De hecho encontramos en la zona las Casa del Portazgo; lugar dónde se cobraban las tasas a los correos a caballo, diligencias y carruajes de labor que utilizaban el camino. Al pagar el portazgo o tasa quitaban la cadena para que pudieran pasar, de ahí  el topónimo de Puerto de la Cadena.

El Castillo de la Asomada

Otro atractivo de la zona es el Castillo de la Asomada, castillo árabe del S.XII. Se trata de un conjunto histórico, constituido por tres edificios, el Castillo que se divisa en lo alto de la colina y dos construcciones más abajo Castillo del Portazgo inferior y superior. Fueron construidos por Ibn Mardanish, el Rey Lobo. Recientes descubrimientos apuntan que el Castillo de la Asomada fue un panteón real donde fueron enterrados varios emires murcianos. Pertenecían a la tercera  taifa. Es el caso de Aben Hud, quien se rindió ante el Infante Alfonso, entregando las llaves de la ciudad de Mursiya, Murcia.

También encontramos en esta zona pozas y canalizaciones para aprovechar el agua, construidas en la edad media.

Seguro que encontramos una manera divertida de poner al día a los más pequeños de la historia. Y por si fuera poco tenemos Castillos y tenemos Ranas.

Otro aspecto a destacar de esta ruta es la riqueza en anfibios de la zona. La Rambla se nutre no sólo de la lluvia sino también de aguas subterráneas lo que hace que el agua corra aunque no llueva. Esto hace que habiten en la rambla anfibios como la rana común, el sapo común y el sapo corredor. El paso de excursionistas, bicicletas, perros y el ruido de la autovía pueden poner en peligro esta comunidad. En el año 2010 se creó una campaña para concienciar sobre este problema “Sin rana no hay cuento… y tú cuentas mucho”. Así que mucho cuidado con molestar a los anfibios y con dejar basura durante nuestra visita.

Como veis son muchos los atractivos para echar un ratito de paseo por la Rambla de El Puerto de la Cadena.

CÓMO LLEGAR EN COCHE

Tomamos la autovía A-30 que une Murcia con Cartagena y tomamos la salida 150, (La Paloma/Nonduermas/Mercamurcia), en la rotonda ya veremos el cartel indicativo en marrón Castillo de la Asomada, segunda salida. Seguiremos unos metros en paralelo a la autovía hasta llegar al Área recreativa de el Castillo de la Asomada. Allí encontramos la zona de aparcamiento, los restos del Castillo Árabe del Portazgo inferior, algunos columpios para los más peques y unas mesas de picnic. Dejamos el coche y comenzamos la ruta.

Se recomienda llevar agua y algún tentempié, calzado cómodo y si llueve botas resistentes al agua, ropa cómoda y chubasqueros.

LAS DOS RUTAS

Esta vez la ruta la vamos a dividir en dos grados de dificultad. La Ruta 1,  que os mostramos hoy, es una ruta de apenas un par de kilómetros incluyendo ida y vuelta. No tiene apenas dificultad, y nos va a llevar por el barranco. Es una ruta tranquila para hacer con niños pequeños. En ella se puede disfrutar de la naturaleza, saltar entre pozas de agua, escalar, observar los renacuajos en las pozas y remansos de agua. También reconocer plantas típicas del mediterráneo y adentrarnos por veredas para inspeccionar el terreno en busca de alguna cueva o camino sin descubrir.

La Ruta 2 es más larga. Incluye la Ruta 1, pero continúa con la subida al Castillo de la Asomada. Si la fuéramos a realizar con niños de 3 años es recomendable llevar  mochila de porteo para ciertos tramos. Nosotros subimos con niños de 3, 6 y 8 años. En algunos tramos hicimos uso de la mochila Manduca. Se trata de una subida con bastante pendiente hasta llegar al Castillo hay un desnivel de unos 350 metros a salvar en menos de 2km.

RUTA  1 BARRANCO DEL PUERTO DE LA CADENA

Para comenzar la ruta pasamos los paneles informativos que se encuentran detrás de las mesas de madera y accedemos a la rambla por una rampa de tierra hasta la Fuente del caño, ya empieza a observarse la gran riqueza en vegetación debido en parte de las recientes lluvias.

Encontramos una subida a la derecha de la rambla que nos lleva a un bosque de cipreses, fruto de la reforestación de la zona. Es un paseo agradable entre cipreses y algún que otro pino. Este sendero nos llevará hasta una zona extensa y rocosa con escasa vegetación llena de pozas con agua.

Estas pozas son una huella más de la historia ya que la mayoría de ellas han sido hechas por el hombre extrayendo rocas del terreno para hacer ruedas de molino, algunos expertos datan estas extracciones también de la época árabe.

Con las recientes lluvias las pozas se encuentran llenas de agua y llenas de vida, aunque la Rambla del Puerto de la Cadena, (superficie de 26,7 km), mantiene un flujo de agua dulce casi todo el año. El agua se acumula en pequeñas charcas a lo largo del toda la rambla, filtrándose en tramos de sustratos permeables y aflorando en sustratos rocosos.

Renacuajos

Hemos tenido la suerte de realizar la ruta en una época en la que se pueden ver centenares de renacuajos. Están de un tamaño ideal para ser identificados, miden ya en torno a un centímetro y son de color negro, aspecto gelatinoso en la que se distingue una cabeza y una cola aplanada que no para de mover para desplazarse. (A fecha 4 de marzo de 2018). Se pueden observar por centenares ya que su esperanza de vida es poca debido sobre todo a los depredadores. Su ciclo de larva o renacuajo no es muy larga los que sobrevivan a esta etapa se convertirán en sapos y ranas adultos. Agua y renacuajos, suficiente para que los peques disfruten merodeando y descubriendo.

Tras disfrutar entre las pozas de la explanada, justo enfrente se visualiza la señal de camino. Dos rayas paralelas, blanca y amarilla, nos indican por donde continúa este. Seguimos avanzando por la rambla y vamos localizando distintas charcas dónde seguir observando los renacuajos. No tuvimos la suerte de ver a los papás sapos o ranas, con el ruido seguro que permanecían escondidos y alertas.

Tampoco tuvimos la suerte de ver otros habitantes de las charcas y de las ramblas aunque se pueden encontrar cangrejos, moluscos e insectos, como el caballito del diablo o los barqueros.

La Flora

En cuanto a la flora, el tener agua dulce durante todo el año permite el desarrollo de adelfas, juncos, carrizo o la enea, plantas que se encuentran al borde del agua, ya que necesitan mayor humedad.

Pero, como es típico del bosque mediterráneo, y en especial con el clima árido de escasas lluvias que predomina en Murcia, también encontramos mucha variedad de matorral bajo. Es el caso de las aromáticas plantas de lavanda, tomillo y romero. Podemos enseñar a los niños a diferenciar las plantas más características. Por ejemplo cómo distinguir el romero del tomillo, sus hojas y flores son distintas y fácilmente distinguibles. Les podemos enseñar cómo huelen y que se utilizan para cocinar. La lavanda con sus flores color lila y su olor inconfundible.

También tuvimos la suerte de encontrar espárragos verdes silvestres en una esparraguera, los probamos pero estaban un poco amargos. Podremos encontrar espartos, y contar a los niños cómo antiguamente se utilizaban para fabricar capazos, cestas y las alpargatas que nos ponemos en el día de El Bando de la Huerta con el traje regional. Otras plantas que podemos encontrar son unos buenos ejemplares de palmito.

Avanzamos por un camino de piedra en la que encontramos “posibles señales del paso de carros”… No es de extrañar, ya que como hemos comentado antes, durante siglos la rambla fue paso de carruajes, carros de labranza y una vía pecuaria muy transitada por ganado.

Seguimos el paseo hasta que encontramos en una pared de roca en el margen izquierdo de la rambla. También una cueva que inspeccionar, una oquedad en la roca que conquistar. Hasta Paula y Lucía de tres añitos querían trepar hasta llegar a ella.

Cuevas y Pasadizos

Tras la breve visita a la cueva retomamos el camino. Avanzamos y ya resulta un poco costoso seguir el barranc,o pero justo a la derecha, junto a una gran roca Paula descubre un pasadizo por donde seguir la ruta. Bordeamos la roca y si alzamos la vista vemos que aparece un sendero que desciende. Es justo el último tramo del camino que baja del Castillo de la Asomada, decidimos cogerlo para comenzar nuestro regreso al aparcamiento. Tras unos metros localizamos la vereda de la rambla y volvemos sobre nuestros pasos hasta llegar a las pozas, el bosque de cipreses y el área recreativa.

Como veis es una rutita muy sencilla que en apenas una hora y media (incluyendo muchísimas paradas) se puede realizar. Aire puro, naturaleza, fauna, flora e historia a sólo 8 kilómetros del centro de la ciudad.  Espero que os animéis a hacerla.